Introduction to Ecstatic Trance Postures – Español
Introducción a las posturas de trance extático
Paul Robear, presidente y director ejecutivo
Laura Lee, directora de extensión y desarrollo
Instituto Cuyamungue, Santa Fe, Nuevo México
¿A qué nos referimos cuándo decimos experiencia extática?
«La antigua técnica ritual apoya un cambio de fisiología seguro y natural para la inducción del trance y la experiencia directa de sabiduría ancestral».
En el Instituto Cuyamungue encontramos mucha esperanza en el renacimiento y la preservación de la sabiduría que nuestros antepasados y sus tradiciones pueden impartir acerca de vivir en equilibrio con el mundo natural. Tal sabiduría es cada vez más accesible actualmente de muchas maneras.
Desde 1979, cuando la fundadora del instituto, la Dra. Felicitas Goodman, revivió una antigua práctica del viaje espiritual, sentía que estaba contribuyendo con una técnica única y olvidada a este creciente movimiento global. Ella había descifrado una manera en la que nuestros antepasados se conectaron directamente con una fuente de la sabiduría tradicional que una vez fue compartida por todo el mundo. Estos antepasados eran expertos en viajar a una realidad alternativa donde podían comunicarse con los espíritus. Esta capacidad de cambiar de forma seguramente y naturalmente a estados alterados de conciencia se construyó en su fisiología y permanece en nosotros hoy en día. Mientras que la investigación neurológica moderna revela que vamos dentro y fuera de varios estados de trance en promedio de cincuenta veces al día, nuestros antepasados esto descubrieron mucho antes, convirtiéndose en maestros del conocimiento neurológica.
Lo hicieron a través de rituales. Esto se hizo evidente para la Dra. Goodman como ella tradujó muchas de las 488 etnografías recogidas en un estudio innovador financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental (EE. UU.). El objetivo era determinar si los viajes espirituales visionarios eran una «patología», como la medicina moderna había sido tanto rápida para etiquetarlos. Más de noventa por ciento de las culturas indígenas que se encontraron en la investigación habían institucionalizado estas prácticas y las habían considerado fundamentales para su bienestar y sus identidades culturales.
La Dra. Goodman reveló la «fórmula» esencial para la inducción del trance mediante la compilación de una breve lista de pasos rituales que eran presentes recurrentemente en las tradiciones de estas culturas. Se dio cuenta de un elemento clave que fue pasado por alto por la mayoría de los occidentales. Las obras de arte antiguas de cazadores-recolectores y las primeras sociedades agrícolas representan a las personas en posturas simples sentadas y de pie con posiciones precisas de manos y brazos. Las más antiguas que encontró eran de las cuevas pintadas de Europa. Varias posturas se repitieron en todo el mundo a lo largo de muchos milenios en sociedades que no tenían nada contacto entre sí. Ella dedujo que estas eran instrucciones sobre cómo sostener el cuerpo durante la activación ritual del cambio en la conciencia. Los voluntarios entre sus estudiantes de antropología en la Universidad de Dennison en Ohio tuvieron sus experiencias profundizadas y aumentadas en estados extáticos, con visiones a veces relacionadas con pistas adicionales que los artistas habían dejado en los artefactos. Hoy, este trabajo es practicado por miles de personas alrededor del mundo.
Las pruebas de laboratorio realizadas en la década de 1990 revelaron que este ritual da lugar a un tipo muy específico de trance. Es notable por la curación y las experiencias profundas, visionarias y multisensoriales, todo ello sin ingestión de agentes botánicos o farmacéuticos ni ninguna otra influencia externa. Si bien creemos que pasa mucho más en el cerebro, el cuerpo y la mente de lo que se puede ver en el laboratorio, lo que sí vemos en por los parámetros fácilmente medidos son cambios marcados dentro de límites seguros. Estos incluyen una disminución en la presión arterial y un aumento en la frecuencia del pulso. El análisis de sangre muestra una disminución de las hormonas del estrés y un aumento dramático de las endorfinas, sostenidas durante horas después, apoyando la experiencia del bienestar extático. Las pruebas de electroencefalograma (EEG) muestran un estado inusual que mantiene las ondas Betas (indicativas de conciencia ordinaria) concurrentes con las ondas Theta (que se emiten en sueño profundo y soñando), explicando por qué la experiencia se describe a menudo como un «sueño despierto». Otras pruebas sobre el potencial de corriente continua de las ondas cerebrales muestran un aumento de diez veces de los 250 microvoltios de la conciencia ordinaria a entre 2.000 y 2.500 microvoltios. Este es un estado de trance altamente energético, muy diferente de las técnicas de meditación en las que la mente se calma.
¿Qué nos ofrece actualmente? Puesto que compartimos esa misma fisiología con esos antepasados distantes, nosotros también podemos conectarnos con este reino dinámico, vivo e inteligente, sin importar usted personalmente entiende este campo expandido de conciencia y estado de unidad universal. ¿Cuál es la naturaleza de tales experiencias visionarias? He aquí un extracto de la revista de una mujer profesional sobre una de sus primeras experiencias que dice sigue siendo una de las más profundas de su vida:
Estoy volando en las nubes. Me acompañan los pájaros que me rodean y me dan la bienvenida a su bandada. Entonces me encuentro en un bosque. Los lobos aparecen, felices de verme, me rodean y me dan la bienvenida también. Más tarde, estoy en una cueva. Las serpientes salen de las paredes, acurrucándome a mi alrededor. Ellos también me dan la bienvenida. Estoy abrumado, sintiéndome profundamente consolado, sabiendo que soy aceptado y abrazado por estos espíritus animales en nombre de todo el universo.
Conocimos a la Dra. Goodman en 1993 por teléfono, cuando ella era una invitada en nuestro programa de radio sindicado a nivel nacional, The Laura Lee Show: Conversation for Exploration. Intrigados por su trabajo, pronto asistimos a uno de sus talleres anuales. Hoy, como codirectores y comaestros de este trabajo, supervisamos el instituto, continuando los talleres en el verano y la misión de investigación en curso. El Instituto Cuyamungue es una organización sin fines de lucro registrada en los EE.UU., con sede y centro de retiro albergado en una colección de edificios de adobe ubicados en 472 acres en el borde norte de Santa Fe, Nuevo México.